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Jáuregui, el Mensajero de los Valores 1848-1905 (1998)


Presentación


El autor nos coloca en el compromiso- placer de presentar otro de sus trabajos de investigación. Ese compromiso nace de la tertulia, el diálogo crítico y la fraternidad intelectual, razón por la cual estamos liberados de ser complacientes o caer en elogios banales. Por el contrario pienso que su petición lleva el ánimo de compartir dudas, abierto a la crítica de sus juicios y reflexiones propios de la fragua investigativa.


Este trabajo nos lleva a un «recorrido» histórico que expresa una gramática de la vida, llena de espiritualidad por los valores ancestrales. Aquí Pascual apuesta por una Historia de la Educación en Valores apoyado en el enfoque de las Mentalidades. Desde la figura señera de J. M. Jáuregui se adentra en la Mentalidad Andina venezolana para polemizar contemporáneamente sobre la historia, la historicidad y la historiografía como discursos que pliegan, repliegan y despliegan los saberes que nos constituyen como ciudadanos, con una racionalidad epocal -devenida vinculo- con el legado aportado por quienes lucharon en aquel pretérito para formarnos y que hoy surge en nuestro inconsciente colectivo.

En estas líneas hay juicios llenos de matices polémicos, como corresponde a quien se atreve a emitir y divulgar su pensamiento, clave del proceso de maduración crítica y buena excusa para discutir en el Taller Permanente de Estudios Epistemológicos en Ciencias Sociales (TAPEECS), en nuestros miércoles infinitos que nos unen en fraternal disputa para avanzar en las lides epistémicas. Por ello, quisiera compartir con los lectores la invitación del autor, a fin de contar con sus aportes al diálogo fecundo de lo que estamos siendo, haciendo y diciendo.


Aquí se nos ofrece un panorama jaureguino en el que destacan:


a) Desde la opción epistemológica, cuatro perspectivas plenamente diferenciadas, a saber: la Mentalidad Andina, la Memoria Colectiva Religiosa, la Educación en Valores, y la Historia de la Ciencia. Ellas nos brindan un pre-texto para abordar la idea de conjunto del trabajo: la Mentalidad Andina venezolana, en espera de un estudio más amplio acerca de las nuevas subjetividades que la posmodernidad implanta.

b) Las cuestiones de método y metodologías con las que se abordan los nudos temáticos ofrecen un magma discursivo para indagar una «ontología histórica de nosotros mismos» (Foucault).

e) La inferencia axiológica que el autor hace de los actos y escritos jaureguinos son un insumo para analizar la Educación en Valores.


Dicho lo anterior sólo resta invitar a los lectores para que asistan al placer de encontrar en estas líneas una Voluntad con Sentido, como bella excusa para polemizar acerca de nosotros mismos, a fin de no perdernos en la noche oscura de las apologías banales; pues como dice el autor: «Ser jaureguino no representa un culto al hombre sino una manera de Ser hombre.)>


Gabriel Ugas Fermín.
Rancho Episteme,
Junio-1998.